INTRODUCCIÓN
El choque se define como la interacción o colisión entre dos o más cuerpos, de los cuales al menos uno está en movimiento, produciendo intercambio de cantidad y energía. Un choque físico o mecánico es percibido por una repentina aceleración o desaceleración causada normalmente por un impacto, por ejemplo, de una gota de agua, aunque también una explosión causa choque; cualquier tipo de contacto directo entre dos cuerpos provoca un choque. Lo que mayormente lo caracteriza es la duración del contacto que, generalmente, es muy corta y es entonces cuando se transmite la mayor cantidad de energía entre los cuerpos. Como la variación de la cantidad de movimiento en un choque es igual y opuesta, la cantidad de movimiento que gana un objeto es la que pierde el otro, clasificándose en 3.
CHOQUES ELÁSTICOS
Los choques elásticos se producen cuando dos objetos chocan y rebotan entre sí sin ningún cambio en sus formas en el cual se conservan tanto la cantidad de movimiento como la energía cinética. Los choques de las bolas de billar o los choques entre partículas subatómicas son un buen ejemplo de colisiones elásticas.
Los objetos con la misma masa intercambian su cantidad de movimiento en choques elásticos. Por ejemplo, uno de ellos se detiene y el otro avanza con la misma velocidad que tenía el primero.
CHOQUES INELÁSTICOS
Un choque inelástico hay una pérdida de energía cinética y una conservación de la cantidad de movimiento, esto es porque una parte de la energía cinética se convierte en calor o en el sonido. La principal característica de este tipo de choque es que existe una disipación de energía, ya que tanto el trabajo realizado durante la deformación de los cuerpos como el aumento de su energía interna se obtiene a costa de la energía cinética de los mismos antes del choque.
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